¿Cómo fue la historia de la interacción entre los primeros pobladores de América y la megafauna?

Hallazgos como Monteverde en Chile o Pedra Furada en Brasil plantean la llegada del humano al continente varios miles de años antes de lo postulado por los modelos más aceptados, abriendo una discusión a la que el Arroyo del Vizcaíno aporta nueva evidencia.

 

sitios antiguos

Estos grandes mamíferos están extintos y una de las hipótesis que se proponen, además del cambio climático, es el impacto que causó la presencia humana. Según el modelo más aceptado, hace unos 12 o 15.000 años (es decir, poco antes de la extinción), nuestra propia especie, el Homo sapiens cruzó de Siberia a América del Norte por Beringia, el territorio entonces emergente y hoy bajo las frías aguas del estrecho de Bering en el Pacífico Norte.

Cuando los restos hallados en el yacimiento durante la primera colecta de 1997 todavía estaban en el liceo, el paleontólogo español Alfonso Arribas observó que una clavícula de Lestodon presentaba marcas que podían interpretarse como realizadas por herramientas humanas. Esto se corroboró en un estudio preliminar publicado en 2001, que analizó las características morfológicas de esas marcas, su asociación a zonas de inserción muscular y su orientación claramente bimodal con dos direcciones predominantes casi perpendiculares entre sí. Sin embargo, el ojo entrenado de Alfonso no había sido el primero en encontrar tan interesantes evidencias; ya en 1997, los entusiastas colectores habían identificado marcas llamativas

Sin embargo, lo más sorprendente estaba por venir: años después, una costilla de ese yacimiento (también perteneciente al perezoso Lestodon) y la propia clavícula marcada, fueron datadas utilizando la técnica de carbono 14, apropiada para esta escala de antigüedades.

Las edades resultaron mucho más antiguas de lo esperado: entre 28.000 y 29.000 años (más del doble que la antigüedad admitida por el paradigma para la presencia humana en todo el continente americano).

Como siempre pasa con hallazgos muy inesperados, el escepticismo debe ser vencido con muchas evidencias. Recientemente publicamos el hallazgo con los resultados de nuestras excavaciones de 2011 y 2012. Del numeroso conjunto de los huesos colectados (más de mil ejemplares que transforman a esta colección en una de las más importantes del país), unas decenas de ellos presentan marcas. Debió estudiarse sus características con reconstrucciones 3D a partir de microfotografías (foto) para discernir si se deben al descuidado pisoteo de otros animales cuando quedaron expuestos antes de sepultarse o si son atribuibles a herramientas de manufactura humana. También encontramos restos de madera fósil y elementos líticos en asociación, uno de los cuales tiene forma de raspador y un diagnóstico micropulido congruente con el uso en cuero seco.

Otras cinco dataciones realizadas recientemente a partir de materiales procedentes del yacimiento, cuatro de ellas sobre hueso y una sobre la madera mencionada, corroboran los fechados obtenidos anteriormente y transforman al sitio fosilífero del Arroyo del Vizcaíno en el yacimiento con evidencia interesante de presencia humana más antiguo de América.

 

Costilla de Lestodon extraída del yacimiento, presentando marcas. Las marcas producidas por la actividad humana presentan características que las diferencian de otros tipos de modificaciones en los huesos. Estas características surgen de las herramientas utilizadas para procesar a las presas. Las más importantes para su identificación son: la rectitud, la sección en forma de V y la presencia de microestrías producto del filo de la herramienta.

¿PISOTEO O ACTIVIDAD HUMANA? Uno de los desafíos más importantes de la investigación fue poder identificar y diferenciar las marcas atribuibles a la actividad humana de las producidas por otros agentes como roedores, carnívoros, raíces, y en particular, por el pisoteo de animales. El pisoteo, al producir choques entre el sedimento y los huesos, puede producir marcas similares a aquellas realizadas por los humanos. Para estudiar las marcas en los fósiles que encontramos se realizaron modelos 3D que fueron medidos con gran precisión.

Publicaciones

Richard A. Fariña, P. Sebastián Tambusso, Luciano Varela, Ada Czerwonogora, Mariana Di Giacomo, Marcos Musso, Roberto Bracco and Andrés Gascue. 2014.
Arroyo del Vizcaíno, Uruguay: a fossil-rich 30-ka-old megafaunal locality with cut-marked bones
Fariña RA, Castilla R. 2007.
Earliest evidence for human-megafauna interaction in the Americas.
In: Corona-M E, Arroyo-Cabrales J, eds. Human and Faunal Relationships Reviewed: An Archaeozoological Approach BAR S1627: 31-33. ii+121 pp. Oxford, Archaeopress.
Czerwonogora A, Fariña RA, Machín E. 2009.
Un hallazgo que puede cambiar nuestra historia.
Almanaque del Banco de Seguros del Estado. p. 202-206.
Arribas A, Palmqvist P, Pérez-Claros JA, Castilla R, Vizcaíno SF, Fariña RA. 2001.
New evidence on the interaction between humans and megafauna in South America.
Publicaciones del Seminario de Paleontología de Zaragoza 5: 228-238.